Querido Colega:
Quisiera presentarle, antes que a ningún otro, siendo usted uno de mis más antiguos y leales compañeros, un caso médico que pretendo redactar y presentar a la revista “Science” del próximo mes.
Para contarle este caso debo remontarme a 35 años atrás, tan sólo tres años después de haberme titulado de Medicina y haber sido contratado en el Hospital del Cáncer. Ése día, apareció en mi consulta el paciente, varón, 57 años, que ya había estado dos meses dando vueltas entre médicos de distintas especialidades. El paciente, desde hacía ya dos años, llevaba una vida maravillosa, pues había sido curado de un asma crónica que tenía desde su adolescencia. Sin embargo, desde hace, entonces, dos meses, empezó a sentir fuertes dolores en la mano derecha.
Apenas palpé su mano derecha me di cuenta que tenía un tumor situado entre los dedos corazón y anular. Le receté una crema y ciertas frotaciones, pues no se podía saber si había metástasis. En los años subsiguientes el paciente venía a consulta y se le revisaba. Yo ya había olvidado el asunto y lo atendían médicos distintos cada vez. Durante esos años, el paciente no pudo hacer nada con su mano derecha, pues cuando tomaba un libro, objeto o incluso una cuchara, se veía obligado a dejarlos caer, pues le dolía demasiado. Tuvo que aprender a hacer la mayoría de las cosas con la mano izquierda.
Habían pasado quince años desde que lo vi por primera vez y me tocó examinarlo de nuevo, fue en ese momento en que recordé su primera visita. Vi, con horror, que el tumor no había disminuido en tamaño, sino que todo lo contrario. Le ofrecí una operación y dijo que sí, así que quedó planificada para ese próximo año.
Dieciséis años después de su primera consulta, se pudo extirpar, finalmente, el tumor de su mano. No pasaron más de tres meses, en que el paciente volvió a mi consulta, pues sentía un gran dolor cuando caminaba. La metástasis había producido otro tumor, de considerable tamaño, en la rótula derecha, cosa que le impedía avanzar, pero, extrañamente, no le impedía retroceder. Todo esto se supo siete años después, cuando se le pudo extirpar este tumor.
Ya en ese momento se sabía que era un cáncer maligno, y sólo era cuestión de esperar a que apareciera otro tumor y así fue, poco a poco se vieron los claros síntomas de un tumor al cerebro: constantes jaquecas y desmayos reiterados. Pasados dos años de eso, se hizo una serie de exámenes para averiguar dónde estaba localizado el tumor en el cerebro, pero no fue encontrado, el tumor nos había engañado a todos, haciéndonos creer que estaba ahí el problema.
Cuando el paciente ya tenía 91 años se presentó a mi consulta para decirme que había orinado sangre y unas piedrecillas. Se le hizo un examen general, ahora podíamos gracias a la nueva tecnología, y no se le encontró ni rastro de sangre, ningún tumor ni signo de metástasis; había salido de forma natural.
Ha pasado un año y el paciente se siente perfectamente, ahora sí puede vivir la vida que quiere, jugando con sus nietos y bisnietos.
Siento confesarte esto, pero es necesario decirlo: me maldigo por no haber podido sacar yo mismo ese tumor, sé que suena infantil, pero siento que este cáncer al salir sin operación, salió con trampa. Espero tu respuesta y opiniones.
Atte. Dr. Jaime Grijalba Gómez
Nota: 6
6 comments:
Soy un traidor, lo sé.
El sueño pudo más esta vez, pero me comprometo para el próximo show, evento, acontecimiento, lo que sea.
Ya había leído el cuento, está bueno y me venciste esta vez. Perdí el invicto de los 6 =O. 5.5 de mierda.
Saludos
Siempre te rocoges de buenas fuentes inspiratorias. Yo le hubiera puesto un par de décimas más. Tu actuación me dejó sorprendida, ojalá Snape me de vida para poder ver alguna otra. Me tiene más que curiosa el evento de la entrada cien y, pásate por mi blog que ya no está tan altazoresco.
Saludos (:
ah y... creo que es tiempo de que te vallas a mis ¿effes?
MOP WOB MAO!?
WTF?
jajajajajjajajjaja
Na que ver lo último wn.
Y en cuanto al cuento me gustó harto, creo que será muy interesante ir leyendo semana a semana tus historias y ver la variedad en temas e inspiraciones que tengan tus cuentos.
Esperando el post 100, la gran aparición de Snape y el Mayor de los Prodigios, me despido, chanteur.
Post a Comment