Un Grupo que es Masón, por que es Satánico... Mentira

Busquen en Ares o equivalente: "The Court of the Crimson King", escúchenla mientras leen esto.

Las marionetas se balancean a un ritmo frenético, colgadas del cuello del techo rojo y cavernoso del Palacio, las caras vacías, los ojos en blanco, la boca abierta y desencajada, moviendo los brazos de un lado a otro, al igual que sus piernas, que al chocar suenan como un montón de huesos rompiéndose bajo un enorme peso. Las marionetas parecen bailar bajo el temblor del techo del Palacio, las marionetas bailan con el ritmo pesado de la banda infernal del Rey.
El chirrido infernal de las cadenas oxidadas colgadas de las ventanas, que encadenan las lunas prisioneras del espacio infinito. Todos deben alabar al Rey, todos, no importa la forma en que todos los satélites giren alrededor del palacio Naranjo. Las lunas prisioneras se quejan de día y de noche, lanzando sus alaridos, como si tuvieran alguna clase de poder frente a él. Las cadenas suenan mientras las lunas tiran y rompen la roca de los marcos de las ventanas. Estas cadenas, cuando son tocadas por finos rayos de sol, se rompen y las lunas deben ser atrapadas de noche, el espacio se venga y las lunas se alejan cada día más.
Camino un camino interminable, bajo mis pies la alfombra violeta impide que me los manche con la tierra del suelo, los cuadros de figuras y súbditos se asoman en las paredes, me sonríen y lloran, me gritan y hablan, me indican el techo, las cadenas y los títeres, quieren que no vaya al trono. Camino este camino y los horizontes cambian, un pie de madera roza mi hombro y me estremezco, frente a mi la imagen de cientos de cielos distintos se perfilan, campos con plantaciones enormes se desdibujan ante mi presencia, lo único que queda es, al fondo, la puerta de madera.
Los torneos comienzan, se ven las trompetas que se alzan entre los portales dimensionales del horizonte, los caballos se preparan, los guerreros tiemblan por la inconmensurable imagen en el rabillo de sus ojos, la sangre corre por el campo años luz lejos de aquí y las paredes se manchan y gritan pidiendo más, mientras los tontos siguen matándose entre ellos. Los torneos no tienen ganadores, solo alimentan el palacio del Rey, todo existe para él, los torneos terminan y el ensangrentado triunfo es de él, pues su palacio tiembla, la música se detiene, la puerta se aleja, las marionetas se balancean y yo me estremezco.