Saturday, February 24, 2007

Un Italiano lee a un Argentino








Leyendo, como siempre lo hago en estas vacaciones, el libro de Umberto Eco llamado "Baudolino", publicado el 2000 leí la siguiente parte:

"(...)Si era verdad que se llegaba a la construcción donde, en la base de un determinado escalón había un agujero, desde el que se veía pasar todo lo que sucede en el universo, (...) una telaraña de hilos de color de la luna en el centro de una negra pirámide, los copos de una sustancia blanca y fría que caen del cielo sobre el África Tórrida en el mes de Agosto, (...) cada letra de cada hoja de cada libro, (...) el tabernáculo del mundo entre dos placas relucientes que lo multiplican sin fin,(...) el secreto latir del propio corazón(...)"

Y dije: "esto me parece conocido" Revisé el cuento de Jorge Luís Borges "El Aleph" y leí:

"En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor.(...)Cada cosa (...) era infinitas cosas, por que yo claramente las veía desde todos los puntos del universo. (...), vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, (...) vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua,(...) vi a un tiempo cada letra de cada página (...) vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplican sin fin,(...) vi mi cara, mis visceras,(...)"

Lo que leen algunos...

1 comment:

papi said...

Es la raja cuando uno descubre algo así, sea en libros o en películas. Por algo inventaron los guiños y ahora los ponen en las sinopsis de todas las películas.
Pero esto no se trata de Adam Sandler solamente, se nota la reflexión y el fino proceso de digestión de Eco al leer El Aleph (que en japón es una marca de spray en frío para lesiones deportivas), eso es lo que hace a un gran escitor, la capacidad de absorver y rejurgitar purificadas las cosas que ya existen, incluso las que parecen añejas.